20 de marzo de 2008

Un Ligero Susurro del Viento

Era un día de vacaciones cualquiera, me levantaba tarde después de una salida nocturna que parecía no haber valido la pena, pero al final termine en casa de una mujer prácticamente desconocida. No me quejo ya que no es la primera vez. Después de un rico desayuno en un pequeño restaurante en la avenida Padre Mier me dispuse a irme hacia mi departamento que esta situado por la colonia Cumbres Segundo Sector. En fin ya era tarde y tenia que regresar a mi casa a arreglar unos asuntos que tenía pendientes.

Camino hacia allá pensé en tomar el metro en la Línea 2 y después tomar la Línea 1, bajarme en la estación Hospital y tomar el camión 23 Cumbres; es la única ruta que conozco, por eso la tomo, ¿Mi Auto? lo deje por lo mismo que sabia que seria una noche larga y no quería toparme antialcohólicas, ya van muchas veces que me detienen con algo de alcohol arriba, nunca al grado de quitarme el carro pero si al nivel de bajarme al menos unos 300 pesos. Bueno basta de explicaciones, iba caminando alrededor de las 11:25 hacia la estación Padre Mier para tomar el metro y me percate de la cantidad de viento que estaba haciendo, era como si el aire pudiera moverte, era difícil caminar con rapidez por las ráfagas de alrededor de 80 km/h y la gran cantidad de tierra que había en el ambiente.

Parecía una típica película de miedo, poca gente en la calle, carros sin transitar, semáforos sin funcionar y anuncios espectaculares caídos. No tome importancia a los sucesos pues el poco tiempo que tengo aquí me ha enseñado mucho, y cosas raras en esta hermosa metrópoli son tan variadas como sus habitantes por eso no me sorprendí por el fenómeno, primer error.


Ya llegando a la estación fue aun mas de miedo, no había absolutamente nadie fue algo que si me sorprendió. Parecía que todos se habían ido a sus casas muy rápidamente o nadie había salido por el mismo clima que hacia. No importaba, yo lo que quería era llegar al departamento para dormir ahora si como Dios manda. Ya en el cambio de estación subí para tomar el metro de inmediato porque además de sueño recordé que había dejado a mi pobre perro sin comida y vaya que a ese can lo cuido bastante. El metro llego enseguida casi no tuve que esperar, ya eran las 11:40 y estaba llegando a la estación Hospital.

De este punto en adelante tenia que caminar hacia la parada del autobús que esta enfrente de la Facultad de Medicina, en pocas palabras, un buen tramo. El viento se sentía mas fuerte, podía empujarme con facilidad y vaya que soy pesado y no es tan fácil moverme. Llegando a la parada vi como muchos letreros y anuncios se doblaban y revoloteaban como si fueran a caerse, era algo que tenía que grabar pero para mi fortuna mi celular estaba sin pila, vaya suerte. Seguía esperando mi camión en lo que escucho un estruendo como que si algo se hubiera caído, la curiosidad fue mas grande y empecé a buscar haber que había sido. Le di la vuelta a la unidad medica de la universidad para ver que pasaba y donde. Llegue a un edificio en construcción donde esta planeado ser un centro de investigación medica para la universidad; una pared se había caído, pensé entre mi “habrá alguien abajo” pero como nadie se movía (pues habíamos muchos con la curiosidad de lo que había pasado) me quede con la idea de “nee no pasa nada, de ser así estarían ayudando”.

El viento seguía más y más, el polvo no dejaba ver mucho y ya estaba desesperado. Tome un taxi para llegar a mi departamento, el primero que paso le hice la señal y se paro. Era el numero 1903 lo recuerdo bien porque es una fecha de cumpleaños de alguien que recuerdo mucho, alguien sin importancia en esta historia. Bueno el taxista me empezó a comentar sobre lo que estaba pasando y que fue pura suerte que me lo topara pues ya les hablaban de la central de taxis para que se regresaran, el clima iba a empeorar y no querían a gente afuera arriesgándose, yo le preguntaba como estaba la cosa en las demás partes de la ciudad o que le comentaban los mismos compañeros con los que se radiaba, al parecer eran vientos muy fuertes de alrededor de 90 a 100 km/h; o sea ni mi carro va tan rápido, prendió la radio para que escucháramos lo que estaba pasando en la ciudad. Una de las estaciones locales nos tenía al tanto de la situación.

Al llegar al departamento fui directo a prender la televisión para ver las noticias pero el maldito aparato no prendía, tampoco el abanico, ni la luz… en pocas palabras la energía se había ido y estaba incomunicado. No tenia internet pues el modem se alimenta de este mismo servicio, mi celular estaba sin pila y el teléfono también es inalámbrico, la ventaja es que la batería estaba cargada haber cuanto podía durar.

Mi pequeño amigo parecía contento con mi llegada, creo que nadie me celebra tanto al verme, pienso que es porque yo soy el que lo alimenta. Bueno estuve aburrido un largo tiempo hasta que se me ocurrió ponerle pilas a un pequeño radio que tengo, de esos clásicos negros que sirven mas de despertador que radio, mi curiosidad era tan grande por saber lo que pasaba que tuve que ir a comprar pilas a un OXXO, además de lo caro que estaba era una ristra de gente con la que tenía que lidiar en al tienda, todos en pánico por la situación, sobre todo por la falta de luz.

Y pasaban las 4 de la tarde y el viento era terrorífico, me asomaba por la ventana para ver la calle y estaban totalmente solas, ni un alma se paraba por esos caminos. Amenos que fuera mucha la urgencia te arriesgarías a salir. Por suerte tenía todo lo necesario, agua, comida, batería en mi iPod y mi Laptop aunque quien sabe cuanto durarían. Ya había pasado alrededor de 8 horas desde que me había despertado y cada vez las cosas se ponían peor. Decidí mejor dormir un rato para así pasara el tiempo y no sentirme tan estresado.

Me vine a levantar a las 10 pm. Ya era de noche (¿Enserio? duhhh) pero la buena noticia es que había luz, de volada prendí el noticiero para saber como estaba la situación, mientras los comerciales, entraba a la pagina de elnorte.com para mantenerme al tanto por dos medios, además de estar en el Messenger para preguntar a los colegas como se encontraban. Al escuchar las noticias fue impactante, la línea 1 del metro había quedado bloqueada por un poste de luz que había caído entre la estación Edison, que suerte la mía de haber pasado antes de que ocurriera eso; al parecer al caerse la pared de la Facultad de Enfermería si había alguien abajo, un maestro albañil que estaba trabajando en la obra, y para terminar la luz no se había ido en un pequeño sector de la ciudad, alrededor de 340 mil hogares quedaron así. Vaya un martes cualquiera ¿no?

Ahora que voy a hacer al respecto, pues tomarme un café y sentarme en el piano a escribir alguna canción, sentarme en la laptop y escribir sobre mi día, o mejor me hago algo de cenar, veo unas películas y me duermo temprano, mejor aun, porqué no le hablo a alguna señorita a que comparta el lecho conmigo…

Mejor me quedo con la segunda opción.

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