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23 de febrero de 2014

cartas de amor y otros suvenires.

Aparentemente tengo una fijación por los cofres, es de esas cosas que no notas hasta que las notas pero una vez que las notas no puedes dejar de notarlas. Por más que trackeo esto llego a la conclusión de que fue por mi abuela, que tenía muchos cofres donde guardaba, pues, muchas cosas (recuerdo uno en lo particular lleno de monedas viejas y que cuando iba a visitarla de niño me engañaba que era un cofre del tesoro que se encontró y que por eso no trabajaba) de los cuales conservo dos que me regalo antes de que falleciera.  


No les había puesto la suficiente atención a estos detalles hasta hace unos pocos días que hablando con mi mamá sobre cosas adultas (como que nos faltaban chocolates y nieve en el refrigerador) salió el tema de un cofre que tengo en la sala.  

Aparentemente aun de niño, cuando venía a visitar a mi abuela, me ponía a jugar con sus cofres que usaba para esconder mis juguetes o piezas de LEGO como parte de mis juegos y mi abuela mejor opto por regalarme los dos con los que tenía más apego, uno en lo particular es muy bonito, muy adornado, muy chapado a la antigua y en mi particular gusto se ve muy kitsch pero ese soy yo. 


Cuando mi abuela me lo regalo se sentó conmigo y me empezó a explicar que, en unos años, cuando empezara con las novias y las amiguitas, estas suelen dar cartas de amor y mechones de cabello para que su enamorado las conserve y que ella quería que usara dicho cofre para guardarlos con cariño, me dijo "guarde todas las cartas mijo, cada piedra por la que te tropieces va a ser una historia, buena o mala, usualmente mala, pero te va a ir definiendo para que estés seguro de cual es el tipo de mujer para ti" Yo, un niño de 7 años, no'mas le decía que sí a todo, yo lo único que quería era jugar con mi cofre. 


Ahora, después de varios años sin mi abuela y otros tantos más con el cofre puedo decir que no he guardado ninguna carta de amorsh ni mechones de pelo, seguramente mi abuela se habría decepcionado que ahora los mensajes de amor se mandan por whatsapp y muchas veces solo dicen "¿un quicky?" aunque creo que lo que mas le habría decepcionado sería que uso su cofre para guardar las Lujito Card del Sierra Madre Brewing Co. que vamos coleccionando mi roommate y yo.  


La verdad es que no me gustaría coleccionar cartas, mucho menos mechones de cabello, me gusta guardar historias y anécdotas, muchas terminan siendo escritas, rara vez compartidas y un pequeño pero significante bonche termina siendo escrito a mano en alguna libreta y luego se pierde, al fin de cuentas, como los recuerdos que son.  


Nos estamos leyendo 
Eslem Torres

18 de agosto de 2013

No soy un sucio hippie cualquiera

Hemos visto hasta el cansancio cientos (si no es que miles) de imágenes en Facebook, Twitter y Google+ (nocierto, nadie usa G+) sobre perros callejeros, sobre cómo les echan comida con clavos para matarlos, o de gente que los trata mal o videos de señoras abandonando perros en la calle y, ya sabe, las redes explotan en indignación y mensajes de odio, que de eso se trata la internet, enviar mensajes de odio por supuesto.

Yo no soy tan extremista ni me doy golpes de pecho en esto de la protección y derechos de los animales y demás chiflazones de moda que se agarran la chaviza hoy en día, pero si me da cosita eso de los perros en la calle, entre muchas otras cosas.

Hace tiempo escribí aquí mismo sobre el solovino que estaba afuera de mi casa haciendo guardia y que le terminé dando agua y comida. Después creo esto no lo platiqué en el blog pero me topé con un perro chiquito, parecía cachorro, que se fue a vivir a una construcción a un par de casas de la mía, lo bañamos, rapamos y alimentamos unos días hasta que le encontramos a donde mandarlo. Fuera de esos actos esporádicos no soy de esos que hacen mucho por los animales ajenos como yo sé muchos de ustedes lo hacen con sus RT y compartir imágenes en Facebook (con los míos tengo para entretenerme, encargarme de más animales me cuesta tiempo y dinero) pero yo no soy de esos golpes de pechos que abundan mucho ahora gracias a las redes sociales.

Pero ya estoy cansándome de los perros callejeros, eso es cierto. Si me da tristeza ver animales en la calle, sufriendo porque una pinche familia huevona le compro un perro a su niña chiflada que estaba chingue y chingue que quería un perro porque pensaba que era un juguete, y luego se lo compraron pero la señora fodonga no lo quiso porque se dio cuenta que no era un peluche y se zurra y se mea por toda la casa, entonces lo tiran a la calle ¡PERO ESPERA! No está solo, así que ese perro se cruza con otro perro y empiezan a salir crías y crías y crías y se llenan las calles. Digo, ya si van a hacer la pinche maldad de sacar al perro a la calle mínimo tenga la pinche humanidad de castrarlo.

Yo si estoy en favor de la crianza de perros, pero los de verdad, los que la gente no les gusta porque venden caros sus perros, y no esa crianza culera donde venden barato a los perros pero no sabes ni que te están dando, ni de dónde vienen, ni como los tratan.

Esto sonara muy chairo, lo sé, pero la verdad tampoco me gusta clavarme mucho en esa idea, la verdadera razón por la que ya me molestan los perros callejeros es que en las últimas semanas durante la noche empiezan a rondar unas putas hordas de canes abandonados por mi calle y los perros de mis vecinos que son unos putos nocturnos no paran de ladrar toda la noche. Si, la mía también hace su escándalo, pero ya sabe que si salgo con la shancla se puede esperar lo peor y se aplaca ¡PERO LOS OTROS PUTOS NO TENGO CONTROL! Entonces se ha vuelto incomodo dormir por las noches.

Lo sé, soy un pinche desalmado y me voy al infierno, pero al menos soy sincero perras.

Nos estamos leyendo
Eslem Torres

22 de mayo de 2013

Never Give Up


Nos hemos acostumbrado a vivir muy de prisa, al menos yo, y si he sentido que las noticias se pasan volando, esa dinamismo de las redes y los interwebs hacen que lo que ayer era noticia hoy ya se sienta como viejos cuentos, por eso que bloggeo al día, sobre todo lo que pongo aquí, es poco usual que hable de algo que ya haya pasado hace meses, días tal vez.

En Diciembre del año pasado estuve una semana en Austin, TX pasando navidad con mi familia, claro que para mí pasar navidad con ellos significa cenar y los demás días era salirme a pasear, de preferencia sólo.

Durante el día que fui a Zilker Park vi un grafiti con un Pac-Man perseguido por los 4 fantasmas y la leyenda Never give up. En ese momento parecía la respuesta a TODAS las preguntas que llevaba cargando desde Monterrey y que esperaba encontrar respuesta en Austin. El problema es que iba, pues, sólo y yo quería una foto mía donde se viera dicho dibujo y mensaje, los intentos que hice de hacer un autoshot fueron catastróficos y dije bueno, será en otra ocasión, ya tengo una razón por la cual regresar.

Hoy precisamente intercambiaba correos con un par de amigos buscando en su madurez un mejor consejo que el que yo y la almohada podríamos obtener. Son días de tomar algunas decisiones y pensar que es lo que viene (siguiendo con el tema del post anterior). Tengo más o menos una idea de que es lo que quiero hacer y ya, gracias a ese par de cómplices, también que es lo que DEBO hacer.

Cuando estaba haciendo mi plan para dicho viaje a Austin empecé a seguir un Fan Page en Facebook llamado 365 Things to do in Austin, Texas y precisamente hoy, mientras cambiaba correos con mis amigos, mientras actualizaba mi currículo y mandaba solicitudes de empleo, mientras pedía unas cotizaciones para equipo cervecero, en ese mismo momento subieron esta imagen.


Fue emotivo, una señal… algo de magia. En Octubre voy por mi foto.

Nos estamos leyendo
Eslem Torres

1 de mayo de 2013

Sundressofilia


Debo confesar una rara y extraña enfermedad que tengo, sin duda alguna generada por los transgénicos del imperio, se llama Sundressofilia y es un mal reconocido por el instituto mexicano de psiquiatría, en serio, pueden buscarlo.

Consiste en que me apendejo completamente con una mujer que usa un sundress de esos tan comunes en verano. No sé qué me causa pero les juro que se me truena el hámster y me hace completamente inútil por lo que no puedo interactuar con una mujer con un vestido de estas características. Esto, junto a los cocteles de pulpo, es la razón por las cuales el calor me gusta mucho.

Si una mujer me quiere traer peor que si me dieran toloache pues es eso, sundresses.

Las últimas semanas han estado llenas de trabajo, a pesar de que no tengo empleo. Es chistoso, cuando deje mi trabajo pensaba que iba a estar un poco más relajado, suave y con muy buen humor, lamentable es darme cuenta que, pues no, ando más irritable, susceptible y molesto que de costumbre. Bien me decía mi abuelo si quieres arruinar el hobby hazlo tu trabajo, pero al menos no te va a molestar levantarte por las mañanas todos los días, el viejo era muy sabio.

Cuando me siento así me gusta escribir post para este blog, porque ahora veo a La vida es un cliché como mi hobby, junto a trastear con Arduino y Processing. A veces también cocino, pero no me gusta cocinar para mí sólo y como ya estoy de vuelta a la soltería pues no tengo a quien cocinarle… bueno a mi roommate, pero eso sería muy gay.

Regresando a mi toloache, estoy seguro que me voy a volver loco en San Diego durante el verano. Las cervecerías, el Comic Con y pasear por el USS Midway es lo de menos ¡GRINGAS DE MORAL LAXA EN VESTIDOS DE VERANO! Eso debería ser suficiente.

8 de febrero de 2013

Folkin’ Around

Mientras pasaban las vacaciones navideñas (de las cuales los estudihambres universitarios gozamos un mes y medio, pero como asalariado que soy también, sólo pude pelear una semana, snif) fui a visitar a una prima que vive fuera, un viaje que se volvió el Road Trip of Awesome que documenté, al menos un capítulo, en mi otro blog. Como iba a ser algunas horas de camino y yo no pensaba manejar llevé conmigo un libro para hacerme compañía, claro, además de la Nexus 7 cargada con infinidad de artículos en Pocket por eso de si no tenía internets y youtubes de fuerza.

Obviamente, si voy a ir a otra ciudad… en otro estado… de otro país… lo menos que quiero es estar encerrado en un departamento leyendo cosas que bien podría leer en mi casa ¿pero saben? Tengo una forma muy curiosa de disfrutar mis vacaciones pues yo lo que busco en esos días de asueto es escaparme de la ciudad donde vivo, donde siempre estoy e imaginar, aunque sea por unos días, el what if? Pensar seriamente en ¿Qué sería de mí si viviera aquí?

Nunca he sido de esas personas que le gusta tirar billetes en el gabacho, mi condición de hombre e ingeniero me hace ser práctico por lo que ir de shooping como está estipulado en los clichés regiomontanos no va conmigo. Haciendo un lado el ir a la frontera por cerveza, chocolates, pistolas NERF y demás chacharas que uno ordena por internet, no me causa ni encanto ni atractivo eso de las compras. Sin embargo al ir más hacia el norte, a una ciudad de verdad, es una obligación aprovecharlo de otra manera, no solo con compras y esas regiomontaneses.

Siguiendo con el tema principal, el libro y el momento. Mis tres mejores amigos durante ese viaje fueron el Coffee Bean en The Domain, la aplicación de Mapas en mi RAZR y por supuesto el libro Makers: The New Industrial Revolution de Chris Anderson, un libro obligado para todo aquel que está al pendiente de las nuevas tecnologías y el futuro de la industria manufacturera.

Entiendo cuando me topo con gente que me crítica mucho el que disfrute ir a alguna plaza, sentarme en una cafetería (que la primera vez que fui al Starbucks en Austin va junto a una historia divertidísima que algún día platicaré), ponerme a leer y observar a la gente ¿por qué dedicarle tiempo a algo tan genérico al salir de vacaciones? Me gusta pensar, me gusta estar solo y plantearme escenarios, adelantarme a los problemas y pensar en los What If? Para que, si sucediera, saber cómo reaccionar. My, myself & I somos el trío perfecto en mis viajes. Ver gente pasar e imaginar su historia, pensar en que estaría haciendo yo sí, en lugar de ser vacacionista, fuera lugareño, que si tuviera las herramientas como una maquina CNC, cortadoras láseres e impresoras 3D ¿estaría haciendo lo que la tendencia lleva a la manufactura actual?

Todos esos proyectos que maquino en mi cabeza y se quedan solo como bits ¿pasarían a ser átomos también? Tendría lugar el sueño y/o posibilidad de no ser otro simple ingeniero de oficina y pasar a trabajar con las manos en algo que bien podría ser útil. Tengo ese problema, si no veo que estoy haciendo útil siento que pierdo mí tiempo ¿pero que no es eso parte de una carrera profesional? ¿Qué tu trabajo genere para el dueño tres veces más de lo que te paga? El sueño de los estudiantes de ingeniería en Monterrey es ser los emprendedores del futuro, pero es un engaño, esa palabra tan prostituida en la última década vende ahora una falsa esperanza a los jóvenes haciéndolos creer que emprendedor es ser muy trabajador, ser un workaholic que trabaja 12 horas o más diarias y aun llevándose más chamba a su casa. Lejos quedaron atrás los días de los Francisco Sada, Isaac Garza, José Calderón y José Muguerza.

En estos días, en esta ciudad, donde el Ron es malo y la gente ladrona, ser emprendedor significa trabajar para una de esas grandes empresas que levantó alguno de los fundadores de esta ciudad.

Es una verdadera tristeza, sobre todo para mí que estoy en esa etapa de recién terminar tus estudios de licenciatura y empezar a nadar entre los tiburones ya que yo no tengo ese sueño, jamás lo tuve, será que venir del sur¹ me hace tener otro tipo de mentalidad alejada del estereotipo de vida de aquí, pero eso también tiene sus inconvenientes, incluyendo el que mi facultad precisamente te prepara para eso, para ser el empleado que trabaja en la empresa cuyos dueños ni siquiera saben que existes. Pero eres bien trabajador y sacas los jales y eso es el sueño y por lo tanto eres un emprendedor. Por eso me he metido mucho en la onda del apoya a tu empresa local, ve a la tiendita de Doña Mary y no al OXXO, ve a los restaurantes locales, no a las cadenas americanas y demás sueños guajiros de ver el long tail en todos lados. Creo que no puedo dejar esa parte de rojillo revoltoso que tanto se cargan en mi familia.

Xavier Roberts es un ejemplo de que ser un estudiante universitario, del área que quieras, no te limita a poder producir una idea lo suficientemente atractiva para volverlo un hit, en su caso fueron los Cabbage Patch Kids, hitaso en los 80’s con sus muñecos que precisamente diseño cuando estudiaba artes y estamos hablando de la época pre internet, antes de Etsy y Kickstarter. Cuando la gente vivía como los animales al parecer.

Tengo esa serie de sentimientos agridulces, por un lado esa frustración de no poder hacer el algo más por eso de que tengo que trabajar al estilo regiomontano para poder sacar billetes, no puedo arriesgarme tan fácilmente a esa aventura emprendedora sin tener un colchón que respalde la caída, menos ahorita y esa es la gran limitación del joven que no es acaudalado. Hace años lo escribí aquel que diga que el que no arriesga no gana es porque, en realidad, no tiene mucho que perder. Ahorita es la mejor época para ser el emprendedor, el diseñador, el creador de cualquier cosa, vemos como el mercado va evolucionando y la gente busca opciones que cumplan sus necesidades, ya no el adaptar su necesidad a lo que encuentra ¿Simplemente el hecho de poder elegir la configuración de la computadora que quieres comprar directamente en la página del fabricante no es un ejemplo del cambio a la personalización? ¿Te imaginas en un futuro donde TÚ, un padre o madre de familia, no tenga que batallar buscando el muñeco que tanto te pide tu niño? ¿Un futuro donde solo tendrías que comprar un archivo digital el cual imprimirías en la maquina 3D que está arriba de tu escritorio y así evitar esa lucha con otros padres por el último muñeco del Capitán Hammer que está en el Toys’R’Us? O mejor aún ¿dibujar el juguete que tú mismo hijo está imaginando y hacerle un regalo aún más personal? Eso señores es un futuro posible y aunque suene lejano ¿Qué no lo era también el imprimir tus propias fotos en casa haya en los años 80’s?

Regresando al punto inicial, me gusta pasear solo y sumirme en mis pensamientos. Ya había pasado algún tiempo que no lo volvía a hacer, aunque de ser justo, tampoco tenía la necesidad ya que compartía todas esas ideas con alguien más que me escuchaba y daba retroalimentación, razón número uno por la cual también deje mucho el bloggear en esta página.  Ahora digamos que me volví un ente que al parecer desapareció y lo único que me queda es regresar a esta bitácora la cual seguiré, por lo pronto, llenando de bits.

Ahora que lo pienso, ese road trip of awesome desencadeno muchas ideas que tenía en la cabeza, el tener tiempo suficiente como para ser egoísta y solo pensar en mi ayudo a que encontrara respuestas a preguntas que aún no me hacía. Preguntas que tuvieron que ser contestadas en el transcurso del primer mes del año, preguntas cuyas respuestas esperaba aunque eso no quiera decir que me gustaran.

Ñañaras me da pensar en el futuro, eso siempre lo he dicho y peor aun pensando en que está llegando el tiempo en el cual jamás he pensado, que jamás me he detenido a planear y que me da un pavor que lo haga, en unos meses, si no empiezo a planear algo a largo plazo, voy a estar viviendo al día, teniendo solo fe y eso no me gusta. Tal vez mis planes se arruinan, se cancelan o no suceden, pero es algo a lo que me aferro y se va volviendo mi Beatriz, la Beatriz que me hace pararme cada mañana y seguir adelante. El problema es que en este momento me siento como un ente olvidado, como si nunca hubiera estado ahí, un día estás y al otro pareciera que nunca lo estuviste y de eso pensaba que iba a tratar este post.

O tal vez este post nunca trató sobre nada y solo es un poco de historias con un mensaje oculto detrás. Solo tal vez

16 de mayo de 2011

El (D)Efecto FIME

Y bueno, yo quería que ustedes decidieran que iba a escribir para esta ocasión pero como nadie me hizo caso más que Yuki, pues, el decidió por ustedes. La verdad espero que alguien me mande a chingar mi madre por escribir esto, porque entonces sabré que logre mi objetivo.

Hace unos dos meses si mal lo recuerdo hubo una invitación a iniciar el llamado Efecto FIME, que no es más que juntar un chingazo de gente dentro del pasillo central y cuando alguien pase por en medio de este tumulto, gritarle, chiflarle y vaya, hacer relajo. Es bastante entretenido, sobre todo cuando fue espontaneo. Afortunadamente a mi me toco vivir el original que fue un día que estaba lloviendo a cantaros y todos se refugiaban en el pasillo, así que como somos los osos pues no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacer historia.  Esta segunda ocasión se origino porque alguien vio los videos de aquella épica ocasión y quiso repetirlo, que por cierto, no salió en lo absoluto como se esperaba (pinche SAFIME amargados).

Pero no, yo no quiero hablar de ese Efecto FIME, sino del otro Efecto FIME, aquel que también me gustaría llamar gracias al acertado comentario de un amigo, el Defecto FIME. A todo se acostumbra uno, menos a no comer ya verán.

Todos los que estamos familiarizados a la UANL ya sea en la licenciatura o desde preparatoria, sabemos que mi honorable y queridísima facultad tiene una fama bastante característica, bueno tiene varias pero en especial me refiero a que la población de mujeres dentro de ella es casi nula y que las que están ahí, vaya, son feas. Por los que no sabían eso, bueno ahora ya lo saben. Y no empecemos a discutir que si si, que si no, que si hay chavas guapas, que todas están bien feas porque eso ya es gusto de cada quien. Pero si debemos admitir TODOS que en comparación a los hombres la población es bastante reducida.

5 de mayo de 2011

Y Todo En 15 Minutos

Tengo malos ratos, no malos gustos. Creo que es una oración que hemos escuchado cientos de veces y muchas otras tantas la hemos dicho nosotros mismos. Ciertamente ¿A quién no le ha pasado que en una noche de copas, una noche loca, terminas con una peculiar doncella con la cual tus amigos te van a tirar carro toda la vida? Igual las mujeres, que conozco algunas que sin necesidad de tener la cabeza volando por el alcohol terminan con cada personaje.

Seguro acabas de hacer una sonrisita pícara recordando cualquiera de las veces que te ha pasado ser el que perdió, como las veces que te ha tocado burlarte de tus amistades.

No solo hablo solamente cuando la otra parte esta fea, gorda y vieja, sino también que hay veces te toca unas con un carácter de esos horribles, luego de esas soñadoras que quieren creer en el príncipe azul y se la pasan toda la noche reclamándote el porqué todos los hombres somos unos pendejos ya que ella no encuentra a su típico “Edward Cullen” de verdad. Por favor ¡Maduren carajo!

Ok después de desahogarme un poco vamos a golosear con este tema. Una de mis cartas fuertes para la campaña de “Yo Tomo Calidad No Cantidad” (proyecto pendiente, mas por venir) es hablar sobre esto, nuestros 15 minutos de blackout total donde hacemos todos los debrayes posibles en nuestra pedes, el típico momento que no recuerdas ni madres, ese donde terminas bailando sobre la barra, haciendo un striptease a un desconocido, vomitando el coche de tu amigo, quedándote dormido en el baño de unos tacos, te ponen hielos en la entrepierna, haces las llamadas mala copa mas ridículas de la historia y donde terminas agarrándote ese monstruo con el cual todos tus amigos no van a cansarse de decirte Van Hellsing. Y peor aun en nuestros días, con lo que ha avanzado la tecnología ya cualquiera tiene un teléfono con cámara donde te van a grabar y/o fotografiar para después ponerlo en el Facebook y así todo el mundo se entere ¿niéguenme que son así de culeros?

Aceptémoslo, todos hemos tenido historias así, unas peores que otras seguramente pero nadie se escapa. Esta con madres cuando solo eres espectador y estás viendo como uno de los que vienen contigo recibe unas cachetadas cuando se le acerco a una chava y le dijo sensualmente en el oído “estas bien mami”, pero al estar nosotros del otro lado es una vergüenza, un gran oso y posiblemente un suicidio social. Un accidente así y podemos marcar nuestra reputación horriblemente, piénsalo bien ¿quieres que te recuerden como el que habla sobre miembros masculinos a chavas desconocidas cuando la conversación trata solamente sobre películas de Disney? (True History)

¿Cuál es mi solución? Ninguna, síganlo haciendo, quien soy yo para intentar cambiarlos, nada mas no se quejen cuando salga publicado en algún lado el video de su espectáculo o cuando se cuente la historia de lo que paso esa noche. Se los dice alguien que hace no más de una semana estaba mandando twits mala copa a alguien que NO debió haberle mandado twits mala copa. Afortunadamente la dueña de las quincenas no se percato de nada.

¡Dios! Odio las redes sociales en esos casos. Antes al menos tenía que pasar toda una semana para que el pueblo se enterara de mi suicidio social. Y sí, hablo de la vez que me quede charlando con un poste.

Nos Estamos Leyendo
Eslem Torres Eriksson

11 de marzo de 2011

La Hipocresía del Mexicano y sus Baños de Pureza

Tengo la manía (tal vez buena o mala, es cuestión de perspectiva) de que inmediatamente que me despierto checo Twitter para ver las noticias más nuevas, realmente esta red social es mucho más inmediata para todo lo que novedades se refiere así que ahí mi porque. Bueno hoy me desperté y como siempre tome mi iPod y empecé a leer a lo que mi sorpresa fue que en Japón acababa de pasar un terremoto de 8.9° en la escala Richter y tenían alerta de un tsunami. Lo primero que pensé fue “híjole, que chinga, ojala y Godzilla se levante y pare el tsunami con su cuerpo”, obviamente no lo publique porque eso hubiera sido un “como te atreves a hacer burla de tal suceso ¡Dios Mío! Deberían quemarte en leña verde” y demás finuras de los “pseudo-intelectuales” y defensores de la paz mundial les gusta hacer a los que se le ocurra decir algún chiste con tinte de humor negro.

Esta en nuestra cultura burlarnos de todo, buscar el lado agradable de la vida y verla con alegría, carajo, si hasta de la muerte nos burlamos y quemamos al diablo en el Xantolo ¿Por qué entonces un chiste así haría tanto escándalo? ¿Saben porque? Porque somos hipócritas.

20 de marzo de 2008

Un Ligero Susurro del Viento

Era un día de vacaciones cualquiera, me levantaba tarde después de una salida nocturna que parecía no haber valido la pena, pero al final termine en casa de una mujer prácticamente desconocida. No me quejo ya que no es la primera vez. Después de un rico desayuno en un pequeño restaurante en la avenida Padre Mier me dispuse a irme hacia mi departamento que esta situado por la colonia Cumbres Segundo Sector. En fin ya era tarde y tenia que regresar a mi casa a arreglar unos asuntos que tenía pendientes.

Camino hacia allá pensé en tomar el metro en la Línea 2 y después tomar la Línea 1, bajarme en la estación Hospital y tomar el camión 23 Cumbres; es la única ruta que conozco, por eso la tomo, ¿Mi Auto? lo deje por lo mismo que sabia que seria una noche larga y no quería toparme antialcohólicas, ya van muchas veces que me detienen con algo de alcohol arriba, nunca al grado de quitarme el carro pero si al nivel de bajarme al menos unos 300 pesos. Bueno basta de explicaciones, iba caminando alrededor de las 11:25 hacia la estación Padre Mier para tomar el metro y me percate de la cantidad de viento que estaba haciendo, era como si el aire pudiera moverte, era difícil caminar con rapidez por las ráfagas de alrededor de 80 km/h y la gran cantidad de tierra que había en el ambiente.

Parecía una típica película de miedo, poca gente en la calle, carros sin transitar, semáforos sin funcionar y anuncios espectaculares caídos. No tome importancia a los sucesos pues el poco tiempo que tengo aquí me ha enseñado mucho, y cosas raras en esta hermosa metrópoli son tan variadas como sus habitantes por eso no me sorprendí por el fenómeno, primer error.