El (D)Efecto FIME

Y bueno, yo quería que ustedes decidieran que iba a escribir para esta ocasión pero como nadie me hizo caso más que Yuki, pues, el decidió por ustedes. La verdad espero que alguien me mande a chingar mi madre por escribir esto, porque entonces sabré que logre mi objetivo.

Hace unos dos meses si mal lo recuerdo hubo una invitación a iniciar el llamado Efecto FIME, que no es más que juntar un chingazo de gente dentro del pasillo central y cuando alguien pase por en medio de este tumulto, gritarle, chiflarle y vaya, hacer relajo. Es bastante entretenido, sobre todo cuando fue espontaneo. Afortunadamente a mi me toco vivir el original que fue un día que estaba lloviendo a cantaros y todos se refugiaban en el pasillo, así que como somos los osos pues no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacer historia.  Esta segunda ocasión se origino porque alguien vio los videos de aquella épica ocasión y quiso repetirlo, que por cierto, no salió en lo absoluto como se esperaba (pinche SAFIME amargados).

Pero no, yo no quiero hablar de ese Efecto FIME, sino del otro Efecto FIME, aquel que también me gustaría llamar gracias al acertado comentario de un amigo, el Defecto FIME. A todo se acostumbra uno, menos a no comer ya verán.

Todos los que estamos familiarizados a la UANL ya sea en la licenciatura o desde preparatoria, sabemos que mi honorable y queridísima facultad tiene una fama bastante característica, bueno tiene varias pero en especial me refiero a que la población de mujeres dentro de ella es casi nula y que las que están ahí, vaya, son feas. Por los que no sabían eso, bueno ahora ya lo saben. Y no empecemos a discutir que si si, que si no, que si hay chavas guapas, que todas están bien feas porque eso ya es gusto de cada quien. Pero si debemos admitir TODOS que en comparación a los hombres la población es bastante reducida.

Ahora esto produce un efecto bastante peculiar, pero para esto debemos ser algo objetivos. Sí, yo conozco varias chavas chulísimas y pasadas de hermosas de la FIME, es mas tengo varios amores platónicos ahí (tú, tú, tú, tal vez tú si te arreglaras un poco y si tú también) pero también es una verdad absoluta que FIME no se caracteriza porque su población femenil este llena de reinas de belleza. Ahora, después de admitir esto, prosigamos.

Con el pasar del tiempo uno se va acostumbrando a ello, ya no le tomas tanta atención y poco a poco hasta empiezas a ver mejores a tus compañeras, luego cuando tus amigos de otras facultades te preguntan “oye ¿apoco en FIME no hay chavas guapas?” tu ya contestas con el clásico “pues te diré, yo la verdad si veo chavas muy chulas por ahí” y lo que pasa es lo siguiente, has sido afectado por el Defecto FIME.

A todo se acostumbra uno, ya lo comente arriba, entonces te pasa lo que a los marineros en sus viajes, empiezas a cambiar la forma en que las vez, pues al no tener más a donde voltear todo lo que ves a tu alrededor te parece normal y hasta bien. Esto produce que bajes tus expectativas de la Curva de Lyon (la cual de hecho ya debería de cambiarle el nombre). Es involuntario este efecto y en lo absoluto te hace un daño, pero vas cambiando tus gustos no por convicción, sino por estancamiento.

Aquí puede pasar dos cosas, que al traer “las defensas bajas” pues acabas teniendo tropezones de esos que duran 15 minutos, o peor aún, te quedes ahí clavado y termines en un futuro sin mejorar la raza. Qué bueno, quien sabe, a lo mejor y ni es tan malo, conozco un chavo que le gustan puras gordas, así literal, si no se le desborda el amor por los lados ni las voltea a ver, dato curioso, no está en la FIME… oh snap!

Me llego esta idea porque un día que estaba sentado en mi oficina platicando con un pobre cristiano veía que siempre me decía “mira esa ruca, esta de pocas tuercas” y yo nada mas le decía “ha, este, si esta de pocas tuercas” pero la verdad no decía si me señalaba a una flaca con popotitos en vez de piernas o su amiga con frenos de caballo. Y luego llegaron otros más y decían lo mismo a lo que llegue a la conclusión es que estar tanto tiempo en la facultad es lo que nos mata. Yo por eso nada mas voy, tomo mis clases y me voy a dar la vuelta a otros lares.

Aunque también, yo soy bastante caballeroso y educado, así que eso de andar sabroseandome chavas así con cara lujuriosa y comentarios albañilescos no se me da.

Entonces, curas para este efecto. Ninguna, o acabas cediendo ya que tus amigos te atraen al lado obscuro de sabrosearte a las pocas chavas que andan rondando por ahí o simplemente lo vas dejando pasar, porque o ya conociste las verdaderas joyas de la corona de la UANL, tienes otras amistades, o eres un caso extraordinario de buen gusto y refinación como yo.

Ahora, si tu novia/esposa/jalecillo es de mi facultad, ni te me ofendas que sabes que es verdad. A las chavas si les pido una disculpa si les toco la sensibilidad pero ¡hey! Tal vez tu estas en mi lista de amores platónicos y ni sabes, o de esas que uno menciona cuando dice “nombre chavo, en FIME si hay algunas chavas bien guapas como…” así que no todo está perdido. Si eres de las otras pues, bueno, sigue sin ser el fin del mundo, en algún momento un FIMEño va a andar con la guardia baja y te lo puedes enganchar, o ir con los albañiles urgidos que esos si no tienen nada de mujeres en su facultad y si, hablo de Ingeniería Civil.

Aunque no se preocupen, siempre hay un roto para un descocido y siempre una loca para un pervertido.

Nos estamos leyendo

Eslem Torres Eriksson

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