Tengo malos ratos, no malos gustos. Creo que es una oración que hemos escuchado cientos de veces y muchas otras tantas la hemos dicho nosotros mismos. Ciertamente ¿A quién no le ha pasado que en una noche de copas, una noche loca, terminas con una peculiar doncella con la cual tus amigos te van a tirar carro toda la vida? Igual las mujeres, que conozco algunas que sin necesidad de tener la cabeza volando por el alcohol terminan con cada personaje.
Seguro acabas de hacer una sonrisita pícara recordando cualquiera de las veces que te ha pasado ser el que perdió, como las veces que te ha tocado burlarte de tus amistades.
No solo hablo solamente cuando la otra parte esta fea, gorda y vieja, sino también que hay veces te toca unas con un carácter de esos horribles, luego de esas soñadoras que quieren creer en el príncipe azul y se la pasan toda la noche reclamándote el porqué todos los hombres somos unos pendejos ya que ella no encuentra a su típico “Edward Cullen” de verdad. Por favor ¡Maduren carajo!
Ok después de desahogarme un poco vamos a golosear con este tema. Una de mis cartas fuertes para la campaña de “Yo Tomo Calidad No Cantidad” (proyecto pendiente, mas por venir) es hablar sobre esto, nuestros 15 minutos de blackout total donde hacemos todos los debrayes posibles en nuestra pedes, el típico momento que no recuerdas ni madres, ese donde terminas bailando sobre la barra, haciendo un striptease a un desconocido, vomitando el coche de tu amigo, quedándote dormido en el baño de unos tacos, te ponen hielos en la entrepierna, haces las llamadas mala copa mas ridículas de la historia y donde terminas agarrándote ese monstruo con el cual todos tus amigos no van a cansarse de decirte Van Hellsing. Y peor aun en nuestros días, con lo que ha avanzado la tecnología ya cualquiera tiene un teléfono con cámara donde te van a grabar y/o fotografiar para después ponerlo en el Facebook y así todo el mundo se entere ¿niéguenme que son así de culeros?
Aceptémoslo, todos hemos tenido historias así, unas peores que otras seguramente pero nadie se escapa. Esta con madres cuando solo eres espectador y estás viendo como uno de los que vienen contigo recibe unas cachetadas cuando se le acerco a una chava y le dijo sensualmente en el oído “estas bien mami”, pero al estar nosotros del otro lado es una vergüenza, un gran oso y posiblemente un suicidio social. Un accidente así y podemos marcar nuestra reputación horriblemente, piénsalo bien ¿quieres que te recuerden como el que habla sobre miembros masculinos a chavas desconocidas cuando la conversación trata solamente sobre películas de Disney? (True History)
¿Cuál es mi solución? Ninguna, síganlo haciendo, quien soy yo para intentar cambiarlos, nada mas no se quejen cuando salga publicado en algún lado el video de su espectáculo o cuando se cuente la historia de lo que paso esa noche. Se los dice alguien que hace no más de una semana estaba mandando twits mala copa a alguien que NO debió haberle mandado twits mala copa. Afortunadamente la dueña de las quincenas no se percato de nada.
¡Dios! Odio las redes sociales en esos casos. Antes al menos tenía que pasar toda una semana para que el pueblo se enterara de mi suicidio social. Y sí, hablo de la vez que me quede charlando con un poste.
Nos Estamos Leyendo
Eslem Torres Eriksson
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