No es por presumir ni por querer contar mi vida pero debo admitir que tengo una fijación, gusto y tal vez adicción por las plumas estilográficas o fuentes. No se, últimamente he disfrutado de la experiencia de escribir con el mejor tipo de herramienta de escritura que existe; aunque por mi delgada cartera no puedo hacerme de modelos más finos o elegantes. Triste pero no por eso deprimente.
Navegando por las paginas que diariamente leo, encontré este articulo en Papel en Blanco sobre el feeling que es escribir aun con una pluma fuente (o estilográfica) y como provoca ese sentimiento de excentricidad, nostalgia y hasta cierto punto cliché de poner uno de estos artículos de escritura sobre el papel y empezar a apuntar lo que uno cree será el próximo gran hit de la literatura.
En mi caso esa fue la razón por la cual empecé con el pequeño gusto por las plumas fuentes. Aquí un pedazo del artículo:
En tiempos de literatura 2.0, hipertexto, teclados ergonómicos, pantallas táctiles, software de reconocimiento de voz y hasta aplicaciones que imitan el ruido y la sobriedad de una máquina de escribir antigua, quizá vale la pena regodearnos un poco en el valor emocional, romántico y hasta fetichista de escribir a la antigua usanza, no ya sólo agarrando un boli o lápiz, sino incluso una aristocrática pluma estilográfica.
Aqui el link del articulo completo "El toque romántico de escribir con pluma".
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