Aparentemente tengo una fijación por los cofres, es de esas cosas que no notas hasta que las notas pero una vez que las notas no puedes dejar de notarlas. Por más que trackeo esto llego a la conclusión de que fue por mi abuela, que tenía muchos cofres donde guardaba, pues, muchas cosas (recuerdo uno en lo particular lleno de monedas viejas y que cuando iba a visitarla de niño me engañaba que era un cofre del tesoro que se encontró y que por eso no trabajaba) de los cuales conservo dos que me regalo antes de que falleciera.
No les había puesto la suficiente atención a estos detalles hasta hace unos pocos días que hablando con mi mamá sobre cosas adultas (como que nos faltaban chocolates y nieve en el refrigerador) salió el tema de un cofre que tengo en la sala.
Aparentemente aun de niño, cuando venía a visitar a mi abuela, me ponía a jugar con sus cofres que usaba para esconder mis juguetes o piezas de LEGO como parte de mis juegos y mi abuela mejor opto por regalarme los dos con los que tenía más apego, uno en lo particular es muy bonito, muy adornado, muy chapado a la antigua y en mi particular gusto se ve muy kitsch pero ese soy yo.
Cuando mi abuela me lo regalo se sentó conmigo y me empezó a explicar que, en unos años, cuando empezara con las novias y las amiguitas, estas suelen dar cartas de amor y mechones de cabello para que su enamorado las conserve y que ella quería que usara dicho cofre para guardarlos con cariño, me dijo "guarde todas las cartas mijo, cada piedra por la que te tropieces va a ser una historia, buena o mala, usualmente mala, pero te va a ir definiendo para que estés seguro de cual es el tipo de mujer para ti" Yo, un niño de 7 años, no'mas le decía que sí a todo, yo lo único que quería era jugar con mi cofre.
Ahora, después de varios años sin mi abuela y otros tantos más con el cofre puedo decir que no he guardado ninguna carta de amorsh ni mechones de pelo, seguramente mi abuela se habría decepcionado que ahora los mensajes de amor se mandan por whatsapp y muchas veces solo dicen "¿un quicky?" aunque creo que lo que mas le habría decepcionado sería que uso su cofre para guardar las Lujito Card del Sierra Madre Brewing Co. que vamos coleccionando mi roommate y yo.
La verdad es que no me gustaría coleccionar cartas, mucho menos mechones de cabello, me gusta guardar historias y anécdotas, muchas terminan siendo escritas, rara vez compartidas y un pequeño pero significante bonche termina siendo escrito a mano en alguna libreta y luego se pierde, al fin de cuentas, como los recuerdos que son.
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Eslem Torres