22 de junio de 2013

De máscaras, demonios y otros monstruos

El problema de haber vivido tanto tiempo usando mascaras es que vas perdiendo la realidad sobre quien eres. Esa parte de mí que siempre quiso ser escritor se empeñó en distorsionar la realidad para verla como él quería y no necesariamente como en verdad era. De una forma u otra para tener sobre que escribir.

Jamás he sido completamente sincero con nadie y todas las personas conocen al mismo Eslem con ligeros pero notables diferencias, lo cual haría muy complicado el trabajo a mi biógrafo. Eso, al menos al principio, era intencional, pero después de tanto tiempo se volvió un caparazón para protegerse del exterior el cual ya era una defensa natural.

Este tiempo a solas lo he estado usando para estudiar 3 cosas muy importantes para el famoso lo que sigue. Primero he estado estudiando lenguajes de programación, mi especialidad es la Automatización pero si quiero enfocarme en domótica (y lograr la maestría en esta área) es muy importante aprender un par de lenguajes de programación extras. La segunda es estudiar aún más a fondo la cerveza, sigo sin saber que va a pasar con In Cervesio Felicitas regresando de San Diego pero al menos quiero entrar al programa Cicerone y al BJCP para los cuales necesito estar bien estudiado para ambas certificaciones. Por último me estoy estudiando a mí mismo, estoy haciendo una retrospectiva de todo lo que ha pasado en los últimos 10 años y como estos formaron al Eslem que soy ahora pero sobre todo, en que momento perdí el track sobre cuál de todas las máscaras en realidad muestra quien soy.

Hace mucho agarré de estandarte la frase lo mejor de ser tú mismo es poder ser quien tú quieras y funciono muy bien en los últimos años, pero ahora ya no quiero ser quien yo quiera, quiero ser yo, pero sobre todo, saber quién realmente está, como pongo en mi otro blog, detrás del bigote.

Nos estamos leyendo
Eslem Torres

1 comentario:

  1. Hay una película argentina llamada "El Secreto de sus ojos" en la que uno de los personajes le dice a otro: "El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar Benjamín. No puede cambiar de pasión."

    Personalmente yo creo que él está en lo correcto y nuestras pasiones nos definen. ¿Cuáles son las tuyas? Eso eres...

    Como quiera no me hagas mucho caso jejeje.

    Saludos.

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