11 de junio de 2013

Otra #PINCHEGORDA

Uno de mis hermanos las pistolas, Nahúm Navarra (Hola David!), tiene una historia de una chava que al parecer es gorda y es bien pinche y tanto él como su novia Michelle (Hola Michelle!) hacen referencia a ella como #LAPINCHEGORDA (si, el hashtag también se menciona) y yo le agregué que debería ser el versículo Corintios 6,4 (el 6 4 es chiste local).

Estoy muy convencido que mi historia involucra a una #PINCHEGORDA diferente a la que se refieren ellos pero hoy repetí mucho esa palabra durante esta tarde y ahí les va la historia.

Fui por uno de mis sobrinos a la primaria, es sin duda, mi sobrino favorito, porque es muy parecido a mí, sobre todo en que somos un par de apáticos pretensiosos con nuestros conocimientos en TODAS las áreas y somos demasiado socioselectivos, por no decir antisociales. Lo sé, somos el deseo de cualquier mujer.

El punto es que está en un colegio de esos que le pegan DEMASIADO a la mamada y tienes que hacer fila para ir por el niño y si no eres de los padres tienes que llevar identificación, un recado de los padres firmado, que el padre haya avisado antes, credencial de elector de los padres, una carta poder notariada, un buen coche por supuesto que no van a dejar que los niños se suban a cualquier carcacha (ahí les falle, sorry, mi tortuga ninja ya está más allá que paca, snif) y al parecer no tener barba que parezca de malandrín. Por ser el bombón que soy fui por el chamaco y santa sorpresa que me topé.

Después de una media hora en la fila por supuesto, entre camionetas de mamá porque obviamente yo era el único pendejo ahí, llego a la entrada y bajo el vidrio esperando que se acerque una de las educadoras a preguntarme “¿qué pedo? ¿Qué quieres?” pero nunca lo hizo yo pensando en la bondad de la gente imaginaba que estaba atendiendo a una de las mamás de enfrente o sólo era la que habla por el chingado radio pero no, cuando veo que atiende al coche de atrás y luego al de atrás del de atrás dije no mames y de manera ya enojada le pregunto disculpe, no ha bajado el niño por el que vengo a lo que la ñora me contesta con cara de estar oliendo un pedo pues es que no me ha dicho por quién viene y yo así de WTF! Por eso mija! No me has preguntado no te has acercado, vengo por este cabrón ¿apoco crees que hacía fila nomas para ver si regalaban algo?

Bajo el niño y casi, casi me lo avienta al coche la #PINCHEGORDA. En serio que esos de Cumbres son un cadillo que ya no sólo los que viven ahí se creen la divina envuelta en huevo… ¡LOS QUE TRABAJAN EN CUMBRES TAMBIEN!

Después mi sobrino me contaba que la psicóloga de su escuela les hizo una evaluación para medir el nivel de madurez de su grupo de primaria y que la #PINCHEGORDA (aquí estoy suponiendo, no sé si está gorda, igual y está hasta guapa) no entendía la mitad de lo que le decía. *Se le escurre una lagrima* está aprendiendo bien mi sobrino, si no puedes con ellos, confúndelos. Lo más divertido que me platicaba cuando fue a dar el roll con sus compañeritos a Galerias por primera vez, que todos sus compañeros diciendo puras cosas de, pues, niños que ya se quieren creer pubertos y que él se la pasaba más a toda madre hablando con el que vendía las nieves que le explicaba el proceso de preparación de nieve.

Creo que ya encontré al que seguirá mi legado en la FIME... pero hablando en serio ¿Alguien tiene un trabajo para mi? No quiero verle la cara a esa #PINCHEGORDA cada que vaya por mi sobrino.

Nos estamos leyendo
Eslem Torres

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