Las Mujeres problemáticas cuentan las mejores historias

Ayer escuché el comentario clásico que todos hacemos sobre alguna amiga o conocida she´s such a mess. Todos conocemos a alguna morra que es un desmadre y no necesariamente un desmadre bonito (seamos sinceros ¿Quién no lo es?) pero me quede pensando en muchas cosas, cientos de cosas, miles de cosas.

No soy muy noviero, las oficiales las cuento con una mano… pero si me gusta(ba?) salir con gente nueva simplemente porque siempre tienen algo nuevo que contar. No es que crea que salir con una persona significa que va a terminar siendo pesado, aburrido y monótono (me gusta creer que me encargo de que no sea así) pero cuando ya empezamos con una vida de rutina terminamos hablando de los mismos temas, ya sea escuela, trabajo, futbol o el clima. Estoy convencido que esa es la razón por la cual dicen que las parejas necesitan de otras parejas, es la versión 2.0 del salir a ligar, pero en vez de buscar pareja, buscan a sus couple best Friends.

Ahora que tengo que desoxidar la máquina pensé que las cosas habían cambiado para bien y pues no. Fui a cenar con una chava a la cual detecte inmediatamente los crazy eyes, esa mirada de que te va a arrojar animales muertos a tu casa si le rompes el corazón, pero no me importo, mi arrogancia me hizo creer que ya había pasado por la etapa de que me hicieran brujerías por ser un cínico (lo cual es un problema porque me he vuelto muy cínico últimamente).

Será que estoy obsesionado últimamente con la idea de poder escribir algo este verano lo suficientemente jugoso como para poder competir para una beca de CONARTE así que me he comprometido a salir a buscar experiencias. En mis viajes he aprendido muchas cosas pero una de las más importantes ha sido que si quieres escribir tienes que hacerlo sobre lo que has vivido y si lo que has vivido no es suficiente ¡SAL A VIVIR MAS!

Esta historia no me dio material para el siguiente gran best seller latinoamericano pero si me dio lo necesario para un post jocoso (y que no me da cus cus porque la morra ya no me tiene en Facebook, pero eso lo explico más adelante).

Durante la cena y el chuchicheo hablamos sobre que estábamos haciendo durante el verano, le platiqué sobre prepararme para el examen de Cicerone (al cual después de que me preguntara qué diablos es eso tuve que aventarme una catedra media hora sobre cerveza, para la otra mejor digo que voy a pintar mi casa o algo que requiera menos explicación) y uno que otros proyectos en los que estoy trabajando. Ella me platicaba de una experiencia que tuvo al ir a un pueblo muy ranchero y pues, le tocó ver como mataban a los animales para hacerlos de comer, dicha experiencia le cambio la vida y ahora está por hacerse vegana, empezando poco a poco pero ya haciendo los llamados meatless Mondays. Ya ahí hubo freno de mano.

No es que esté en contra del veganismo (nocierto, sistoy) pero ya un amigo nos ha platicado las odiseas que es el salir con alguien que sólo quiere comer la comida de mi comida lo cual me da motivos suficientes como para replantear las cosas.

Mi muy reciente cinismo arruino lo que tal vez pudo ser (o no) una futura relación pero tenía que ser sincero y creo que eso vale mucho. Al terminar la noche y después de varias anécdotas y jocosas historias la lleve a su casa, le agradecí por la compañía y solté un monólogo del cual Tarantino se sentiría orgulloso. Long story short le deje muy claro que si quería salir conmigo de nuevo tenía que deshacerse toda ilusión de llegar más allá ya que YO no busco una relación tan en forma, más que nada no busco poner etiquetas, ahorita sólo quiero salir con alguien a cenar a algún lugar fancy (y que la cena incluya carne, no importa si sea puerco, res, pollo o pescado, pero que sea carne, esta parte fue importante y recalcada en mi discurso), platicar, convivir en general pero sin la presión o la necesidad de buscar una formalidad en absolutamente nada, ya que, al menos ahorita, quiero enfocarme en hacer jalar mi proyecto y evitar a toda costa el terminar como otro cuello blanco más del monterrey corporativo. Le dije que sabía dónde encontrarme si quería repetir el salir.

Al parecer la morra sólo escuchó la parte de no quiero nada formal ya que nunca me llamó y cuando quise enviarle un INBOX ya me había eliminado de Facebook, afortunadamente para mí era viernes and Fridays I don’t give a fuck.

Despues de esta historia (y la de la cristiana que me pregunto si yo también era cristiano y le conteste pues soy guapo) creo que debería ser menos jocosamente sincero, mi comedia no es para todos.

Nos estamos leyendo

Eslem Torres