Hoy por pura nostalgia pase al Soriana que me surtió de alimentos en mi primer año de universidad, era precisamente el chiquitito que está en la rotonda de Simón Bolívar, si alguna vez lo han visto sabrán que es diminuto a comparación de cualquier Soriana, he visto un OXXO mas grande así se las pongo.
Estaba estratégicamente diseñado para su zona, que se compone básicamente de jóvenes estudiahambres foráneos (ahí encajaba yo) y viejitos, en pocas palabras todo era muy básico pero encontrabas lo mejor para ambos mundos, comidas muy sanas y ligeras, mucha fibra y lácteos y por supuesto chingos de botanas, desechables y una selección guerrera pero decente de destilados, eso sí, cerveza fuera de las macro o vinos no había.
Bueno hoy entre a comprar unas cosas y me di cuenta de algo, las cosas han cambiado, el pan esta más rico, la sección de carnes frías y quesos ya tienen algo mas al mugre queso Lala y Chen, ya cargaban con poquitos vinos (Concha y Toro, Villa Maipo, XA, Padre Quino, nada estrafalario) pero lo que me flecho fue que encontré cerveza importada, Weihenstephaner, Shiner, Samuel Adams y Paulaner, entre otras lagers pinchurrientas pero fue una cara de “ARE YOU FUCKING KIDDING ME?” ¿Por qué Soriana? ¿Por qué ahora que no vivo por ahí?
Si ustedes me conocen tantito sabrán que tengo una pasión por la cerveza, eso queda claro por mi otro blog, pero es un gusto el cual tiene poco tiempo, en aquel entonces no estaba ni remotamente interesado, pero les aseguro que de haber tenido las opciones enfrente de mí la cosa hubiera sido distinta. Es de esas veces que dices “Destino, chinga tu madre”.
Pero bueno, espero que los foráneos que frecuentan ese Soriana las vean, les llamen la atención, se lleven algunas para probar y nunca vuelvan hacia las Tecate.
Amén.
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