10 de noviembre de 2011

No siempre es necesario

Últimamente ciertas circunstancias me han pedido comparar a mi novia actual con las anteriores, no porque yo lo piense seguido, de hecho nunca lo hago, pero me di cuenta de algo curiosón que quería compartir.

Las comparaciones en general son una gran herramienta para tomar decisiones ¿Qué escuela es mejor que cual? ¿Qué camión tomar para llegar más rápido? ¿Elegir cerveza o vino? Necesitas una escala, exacta o muy burda, pero al final una forma de medir las cosas y luego compararlas y así evidentemente tomar “la mejor decisión”.

Ahora, en estos días salió el tema de “oye, quiero que me enseñes fotos de tus antiguas novias” a lo cual evidentemente me rehusé ¿Por qué habría de hacer eso? Digo, no gano ni pierdo nada y de hecho se me hace algo incomodo, ahora, yo si conozco a dos ex de mi novia actual pero por pura y mera casualidad y destino, no porque yo quisiera que me los enseñara, de hecho una de mis reglas de oro es no preocuparme por las parejas pasadas pues evidentemente no soy el primero y tal vez no sea el último, así que ¿para qué preocuparme? Pero desafortunadamente yo si puedo ponerle cara al personaje lo cual, la verdad, no es lo mas cómodo y agradable del mundo.

En otra ocasión me pidió una comparación con respecto a X tema, lo cual volví a rehusarme a contestar y les voy a decir por qué:

Quieras o no en algún momento te cruza por tu cabeza “la anterior estaba más buena” o “nombre si fulana estuviera como la nueva cállate me hubiera quedado ahí” y cosas así, eso es muy natural, el problema es cuando tienes eso todo el mendigo día en tu cabeza y te pasas comparando peras con manzanas. Todas tienen lo suyo, sino jamás hubiera andad con ellas en un principio, que compartan cualidades por el Efecto d Derbez (nota pendiente) es común, pero jamás vas a encontrar dos iguales, ni siendo gemelas (been there, do that) así que alguna comparación va a salir.

Lo que no se me hace justo es lo que les dije en el párrafo anterior, estarlas comparando constantemente y peor aun que se lo digas a tu pareja actual ¿Por qué? Supongamos que tu novia anterior estaba muchísimo más guapa, órale que chido pero ¿Qué ganas con decirle a tu pareja actual “oye pos la neta fulanita estaba más guapa”? Absolutamente nada, probablemente unas cachetadas y que te hagan un pancho. Ahora pongámoslo al revés, que le digas “Nombre mi amor, tu lo mueves y lo bates mucho mejor que mi ex” aquí caemos en un viejo juego mental, puede creerte o puede que piense que lo dices para quedar bien. El problema aquí es que no le estas dando su lugar a tu ex pareja, es, quieras o no, una forma de hablar mal de ella ¿y por qué chingados tendrías que andar haciéndolo? La verdad no es muy caballeroso de tu parte, por mas mal o bien que hayan terminado también merece su lugarcito y su respeto, aunque la muy perra te haya aventado una copa de vino en un restaurante y dejándote a merced de las miradas de los demás comensales ¡Si bitch te estoy hablando a ti!

A lo que voy es que las comparaciones te ayudan mucho a tomar decisiones cierto, pero no te pongas a hacerlas a medio camino para tomar una elección. Es natural pensar de vez en cuando en “si Juana lo moviera como lo bate María uffffffffff” pero que no se haga costumbre y mucho menos lo andes gritando a todos los vientos, no es algo muy caballeroso de tu parte y aquí el único que queda mal eres tú.

Y por cierto, puede hacerse ver que esto pasa solo con los hombres por como lo escribí, pero no se hagan pendejas ustedes son iguales o hasta peores ¿saben por qué? Porque ustedes las mujeres hablan de TODO con sus amigas y no me digan que no, no se atrevan a decirme que no.

Nos estamos leyendo
Eslem Torres Eriksson

No hay comentarios:

Publicar un comentario