El verano fui de tour a Tijuana y San Diego a visitar cervecerías con un grupo que armamos acá en Monterrey, pero cuando se terminó la magia el equipo de In Cervesio Felicitas mandamos a los muchachos de regreso, pero nosotros nos quedamos para continuar el viaje, entre esas escapadas incluyo una ida express a Mexicali donde vivimos la siguiente historia mi roommate y yo.
En la mañana que llegamos a la central de autobuses de Mexicali lo primero que preguntamos fue sobre los boletos de regreso a Tijuana, como nuestro plan era de un solo día pretendíamos regresar en la noche para dormir en TJ ya que al día siguiente volvíamos a San Diego para el Hop Con, evento de la Stone Brewing Co. Y para el San Diego Comic Con, ya saben, casuales. Nos acercamos a la ventanilla y nos dice la señorita sólo tenemos boletos hasta las 9pm, después de eso todos los autobuses son de paso, pero como las 9 de la noche era demasiado temprano decidimos tirar a león y preguntar por los de paso y nos explican son autobuses que pasan por aquí para ir hacia Tijuana, no tienen un horario fijo, se les avisa cuando llega para que puedan comprar boleto pero no se asegura la hora, nosotros pensábamos que, pues pasaban muchos autobuses así que no sería problema y decidimos que mejor en la noche resolvíamos eso… a las 10 de la mañana parecía una buena idea.
Después de todo el tour por la ciudad que documento en mi otro blog In Cervesio Felicitas, llegamos a la central para esperar un autobús y nos topamos que no era tan fácil como pensábamos. Primero llegamos, preguntamos y un señor nos mandó mucho a chiflar a la loma y que no sabía ni cuando pasaría un autobús o si acaso pasaría uno en lo absoluto, nosotros con el temor de tener que acampar en una central de
autobuses empezamos a mandar mensajes y llamadas pidiendo por la ayuda de algún adulto (a lo que Miguel Fimbres, nuestro guía espiritual en Mexicali, nos contestó muy amablemente que le llamáramos en la mañana para llevarnos a desayunar). En la mañana parecía una buena idea.
Mientras esperábamos lo peor vimos que había un autobús parado con destino a Tijuana ¡NUESTRA OPORTUNIDAD! Así que corrimos al mostrador pero nos dice el mismo señor miren mijos, ahorita no me estén chingando, ese autobús viene lleno. Era ya la media noche y empezaba el nuevo día, nosotros no teníamos esperanzas y esperábamos ya lo peor, yo en mi debilidad me quedé dormido en las bancas de la central ¡COMO LOS ANIMALES!
¡Pero de repente mi roommate me despierta bruscamente! El señor empezó a gritar ¡TIJUANA! ¡TIJUANA! Y nos acercamos corriendo como si estuvieran regalando algo, mi consuelo fue que no éramos los únicos. Compramos nuestro boleto sólo para darnos cuenta que era el mismo pinche autobús que habíamos visto parado, eran ya la 1:30am y no nos importaba NADA, sólo queríamos llegar a Tijuana a dormir en el hotel.
Cosas que aprendí con esta experiencia:
- Regresa a las 9pm, no te arriesgues.
- Si esperas un camión de paso no esperes lugares numerados ni que enciendan el clima del autobús.
- Si algo parece buena idea por la mañana, normalmente no lo es, eso lo aprenderíamos de nuevo en San Diego un par de días después.
- Eso sí, el cielo está precioso en la madrugada por la Rumorosa.
No suelo viajar mucho en autobús, de hecho a carretera en general, no viajo mucho la verdad. Pero creó que jamás había sentido tanto pavor de no tener los pelos de la burra en la mano y no saber que esperar. Por eso y muchas cosas más, Tijuana es sin duda the happiest place on earth.
Nos estamos leyendo
Eslem Torres
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