Esta historia querido lector bien puede ser verdad o mentira, ni usted ni yo podemos estar 110% seguros de que haya ocurrido de esta manera pero así se me ha sido contada desde siempre, desde el inicio de los tiempos, desde que tengo memorias… y quien más que la mamá Moustache para contarla y refrescármela hace un par de días.
Este lunes regresaron a las primarias un montón de huercos a las primarias, lo sé por dos razones, por el tráfico y porque mi prima ya no me pide que vaya a su casa a acompañarlos a comer y de paso entretener a sus niños. A bueno, y también que en las noticias durante la mañana fue la nota del día y en varios noticieros locales estaban en alguna escuela entrevistando niños sobre el regreso a clases, donde en uno de los kínderes estaban con un niño que estaba con un santo berrinche digno de darle sus chanclazos para que le bajara dos rayitas a su pedo. Usted querido lector podría pensar que yo pase por lo mismo y me dieron con la shancla para remediarlo, pero no, mi historia fue algo distinta.
Recuerda mi mamá que el primer día de kínder allá en mi pueblo llegue uniformado, peinado y tirando rostro, casual, muy típico de mí, entrando me fui directo a los jueguitos a socializar con los niños (eso si ya no es típico de mi) para divertirme y mi madre, a través de la reja, con ojos llorosos de ser su primera vez separándose de su cachorro, me observaba riéndome, divirtiéndome y ligando morritas. Yo por supuesto sentí su mirada y volteé hacia ella y con cara de sorpresa le dije ya mamá ¡ya vete! Estoy bien. Mi mamá con cara de sorpresa y de pinche huerco vas a ver llegando a la casa, voy a hacerte puras verduras de tragar cabrón se retiró, no sin lágrimas en los ojos por dejar a su cachorro.
Esta historia la cuenta siempre que vemos un caso similar de niños chillando en el kínder por no querer dejar a su mamá y es a día de hoy que me lo sigue reclamando y que cuando lo hace, ese día señores, toca de comer puras verduras cocidas, para que se me quite lo cabrón.
Nos estamos leyendo
Eslem Torres
Vaya historia!
ResponderEliminarMuy buena forma de llegarle a tu público lector. Creo que comenzaré a leerte.
Éxito!