21 de febrero de 2011

#gettngslizzered

Nota Abril 2011: En vez de donar sangre, di plaquetas. Desafortunadamente una tía tuvo que ser operada del corazón por lo cual done directamente para ella. En otra ocasión haré donación altruista 100%, de todos modos me tome mi Dogfish Head 90Minute IPA.

Las redes sociales han sido, son y serán una herramienta grandiosa para la publicidad. Cuando una empresa sabe utilizarla de la forma adecuada se hace más personal la comunicación con el cliente y eso hace creer que les importamos. Aceptemos, nos gusta que nos apapachen y hacer más directa la conversación.

Esto también es un arma de doble filo ya que un error puede traerle muchas consecuencias, casos hay muchos y no solo para empresas y productos, personajes, artistas y demás han quedado como bromas de la internet (también llamados memes) gracias a un desacertado comentario en Twitter.

Pero no todo es tan malo, por ejemplo lo que ocurrió con la Cruz Roja en Estados Unidos la semana pasada.

En algunas empresas e instituciones tienen personas designadas para manejar esta red social y estar al pendiente de lo que hablen en el Twitter respecto a ellos, bueno pues estas personas deben tener control de la cuenta. El problema que, como todo humano, uno puede tener algunos deslices.

Esto le paso a una trabajadora de Red Cross al escribir lo siguiente en la cuenta oficial de la Cruz Roja Americana, confundiéndola (espero) con la suya.




“Ryan encontró otros dos 4-packs de cerveza Dogfish Head’s Midas Touch… cuando bebemos lo hacemos bien #gettngslizzerd”

Algo así puede ser bastante dañino para la empresa, por ejemplo el caso de Kenneth Cole con un comentario (de muy mal gusto en realidad) sobre lo que pasaba en Egipto, pero Red Cross en vez de cortar cabezas, exigir responsabilidades y quemar a su trabajadora en leña verde, se tomo el caso con mucho humor borrando el twit anterior y escribiendo lo siguiente:

"We've deleted the rogue tweet but rest assured the Red Cross is sober and we've confiscated the keys."

“Hemos borrado el penoso tweet pero puedes asegurar que Red Cross se encuentra sobria y que hemos confiscado las llaves.”

Pero el “daño” ya estaba hecho, sin embargo nadie lo vio mal, nadie se sintió ofendido y es más, hasta fue beneficioso para ambos.

Dogfish Head es una de las micro cervecerías más reconocidas en el país y al ver el comentario que hicieron en el Twitter de Red Cross junto el hashtag empezó una campaña por parte de ellos para fomentar el donar hacia la institución. En pocas palabras los fans de esta cervecería empezaron a correr la voz con la etiqueta #gettngslizzered.

Me pareció bastante curioso el hecho que todos se lo tomaron con humor y salió algo beneficioso para ellos ya que con esa publicidad empezaron a salir más donadores de sangre. Como ejemplo algunos bares y pubs que manejan cervezas de Dogfish Head ofrecían un vaso de cerveza de la marca gratis al que llevara un comprobante que demostrara que fue a donar sangre, así que la empresa cervecera también le dio difusión, recomendando por supuesto que esperaran al menos un día para ir a cobrar su recompensa.

Todo salió excelente, Dogfish Head tuvo publicidad gratis en la cuenta de una organización tan importante como lo es la Cruz Roja. La institución tuvo un gran aumento de donadores de sangre en esta semana pasada. La joven conservo su empleo aun con su ligero desliz (como dijeron en la Red Cross “hemos tenido peores contingencias”) y junto a todo esto hubo cerveza gratis. ¿Qué mejor cosa en el mundo que ayudar a una buena causa social y cerveza gratuita?
En lo personal esta marca es una que sigo bastante ya que de las pocas cerveza que he llegado a probar de su catalogo me han encantado, está en particular (Midas Touch) no la conozco pero estoy seguro que igual ha de ser grandiosa. Al menos los trabajadores de Red Cross tienen buen gusto.

Esto me hizo preguntarme algunas cosas, lo más importante, si algo así hubiera pasado en México ¿también hubiera tenido un final tan feliz? La verdad me gusta creer en mi país y que en verdad aun quedamos gente buena en él, pero creo que aquí si hubieran rodado algunas cabezas, se hubiera vuelto un lio y se exigiría la renuncia del trabajador que se atrevió a causar tal vergonzoso error.

Por lo pronto un día de estos iré a donar sangre a la Cruz Roja, iré a comprarme una botella de Dogfish Head 60 Minute IPA (y si esta la 90 Minute IPA que mejor) y brindare en salud a este curioso y jocoso caso.


Nos estamos leyendo
Eslem Torres Eriksson, Ph.D.

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