Para la hora que esté publicándose esta nota precisamente voy a estar exponiendo en esa
aburrida clase de inglés que ya les platique, pero como yo siempre he sido fan de hacer algo más que los demás voy a hacerla algo más interactiva y pues este artículo va en complemento a ello. Mi tema es hablar sobre el nivel de educación superior en la cultura estadounidense, británica y por supuesto, la mexicana, compararla, ver sus similitudes y sus notables diferencias. Pero eso no es lo que vengo a hablarles aquí, para eso bien pudieron haberse asomado en el salón donde di la exposición (9202, FIME, UANL).
La “dinámica” que vamos a manejar es que hablemos sobre nuestras metas y deseos de lo que aspirábamos y anhelábamos convertirnos cuando creciéramos, pero aquí el truco, cada equipo tendría una etapa diferente.
¿A cabrón? ¿Cómo? Miren como nosotros vamos a exponer sobre los diferentes niveles de educación que existen (Pre-Escolar, Básica, Media, Media-Superior y Superior) entonces a cada grupo le daremos una etapa en específico, que se pongan en el papel de cuando estaban en esa época y se imaginen o recuerden que es lo que ELLOS querían, aspiraban o deseaban ser en alguna edad en especifico, no sé, digamos 30 años.
Yo me puse a chambear en el experimento con mi mismo, a ver qué tal jalaba y pues me puso a pensar bastante. Verán es el típico caso que todos de niños en kínder querían ser superhéroes, en la primaria querías ser astronauta, en la secundaria músico, en la preparatoria intentaste ser músico y te diste cuenta que no sabias tocarte ni el bajo y ya en la universidad, en teoría, ya estas consiente más o menos hacia donde quieres inclinar tu carrera profesional, por eso estudias X licenciatura en especifico.
Y es bastante frustrante porque, aunque a esta edad ya sabes que es una gran estupidez pensar que superhéroe es una carrera de vida, te das cuenta que en la gran mayoría de los casos no estás en el lugar en el que esperabas verte a esta edad, así que, está aun mas cabrón que si no has empezado ya a construir tu escalera a esa aspiración que tienes para cuando tengas 30 años, la vayas a completar ahorita que, digamos por ejemplo, tienes 22 años.
También no nos pongamos todos grinchy es cierto que algunas personas si han logrado sus objetivos, pero todo tiene un precio. Ok ¿querías ser futbolista? Bueno igual y tus papás te apoyaron con ese sueño guajiro que tuviste y llegaste a ir tocando puertas por todos lados para ver donde te agarraban de fuerzas básicas, posiblemente y hasta lograste quedar en algún club, pero ya dentro te diste cuenta que no eres tan bueno como pensabas o como te chiflaban tus amigos en tu ranchito donde pues todos jugaban fatal y tu brillabas por lo mismo.
Ahora aquí hay de tres caminos, sigues insistiendo hasta que igual y te dan una oportunidad y ya despegas y te vuelves un gran futbolista, o puede que ya te digan “lastima margarito, ya estás muy viejo y pues no das el ancho” o en el mejor caso, tú mismo seas el que recapacite y digas “siendo objetivo no soy tan bueno, puedo seguir aquí intentando a ver qué pasa o me puedo retirar ahora y buscar algo en lo que sí sea bueno” y esta ultima la conozco porque, de hecho el dentista que me checa le paso y como odontólogo es muy bueno (y sí, le apodamos El Hugo Sánchez).
No digo que te busques carreras “seguras” o profesiones clásicas solo por el miedo a que la vayas a regar, en lo absoluto, pero también se objetivo y no una pinche nena chiflada que nada más por sus huevos quiere seguir en esa carrera que ocupas un verdadero talento para brillar el cual tú no tienes. Yo por ejemplo siempre he querido ser escritor, pero seamos objetivos, mis historias son algo absurdas, no tengo una profundidad literaria que valga la pena, mis personajes no suelen tener un pasado el cual explorar y explotar ni tengo una costumbre de sentarme a escribir todos los días, ya lo comprobé con el NaNoWriMo 2010, carajo, ni siquiera tengo buena ortografía o sintaxis. Pero nada me costaba ponerme en mis moños y decir “no, no, no, yo voy a estudiar letras o algo así porque la niña quiere ser escritor”.
¡Pero no! No soy pendejo y sé que aunque me guste y apasione, no soy bueno, es como los chavos que quieren ser músicos y les fascina tocar y componer y andar en tocadas y así, pero que no son buenos y tocan mas pinche que mi sobrinito de 7 años. Digo, meterte en el papel no te hace algo, lo mismo a los chavos que creen que van a ser el próximo chicharito.
Son muchas cosas pero el punto importante es ¿vas por el camino correcto? La verdad es que yo sí, desde niño siempre dije que quería ser bien pinches awesome y pues, lo estoy logrando.
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Eslem Torres Eriksson