9 de julio de 2011

No soy de aquí ni soy de allá

La primera vez que lo vi en el Auditorio San Pedro
Bueno como comente alguna vez cuando el terremoto en Japón, tengo la costumbre de al despertar checar Twitter para ver qué novedades hay en el mundo, mi sorpresa cuando lo primero que leo es “Muere Facundo Cabral” en mi mente lo primero que paso fue “ya lo esperaba, la última vez que se presento en Monterrey y lo vi, se veía algo acabado” pero el impacto fue mayor cuando continué leyendo y vi la palabra ASESINADO ¿Perdón qué? Y volví a leer, asesinado en Guatemala, madre mía no lo podía creer.

Ahora, siempre que fallece algún artista de un área más cultural no faltan los tlacuaches que salen y dicen “nombre goey yo soy súper fan, lo escucho y lo conozco desde que estaba en la cuna” ya saben los típicos borregos que se quieren subir al tren, yo podría ponerme en el mismo plan pero estaría mintiendo, mi historia es mas reciente.

A mi mamá le encanta Facundo Cabral, a mi padre igual le gustaba pero a mí me era muy indiferente porque la verdad la trova me da mucha flojera, así que cuando me dieron boletos para ir a verlo al Auditorio San Pedro el 28 de Agosto del 2010 yo se los pase a mi mamá para que invitara a alguna amiga o a una tía y fueran, curioso fue que las personas que quiso invitar o no le contestaban o tenían ya planes para algún evento así que después de insistirme mucho fui con ella, les repito aunque yo sabía quién era no me interesaba en lo más mínimo pues la trova y yo estamos peleados.

Los que han conocido ese auditorio sabrán que no es muy grande, luego súmale que estaba a unas 3 filas del escenario pues veía muy bien el escenario, no me podría quejar, bueno yo sí porque esperaba aburrirme montones en el evento, dato curioso, no fue así.

Para mi sorpresa veo al señor entrar con ayuda pues ya no podía caminar bien él solo, cuando lo vi pensé “madres, ya está bien acabado” y lo último que empezó a hacer fue cantar, se puso a platicarnos su vida, de una forma tan elegante, chistosa, agradable y amena que me quede fascinado, era el símbolo de mi filosofía de vida sobre que la vida no es como la viviste, sino como la cuentas y este señor te contaba la suya de una forma maravillosa.

Yo quede encantado con el evento, si cantó algunas canciones las cuales yo no conocía, pero solo por escucharlo contarte varias de sus historias (sobre todo la de Borges me dejo maravillado) valió la pena ir a ese evento y dejar plantados a unos amigos con los que iba a ir de antro ese sábado.  Y sí, después de eso me volví fan y pensaba que posiblemente jamás lo volvería a ver pues quien sabe cuánto tiempo más duraría, por supuesto me equivoque y solo pasaron algunos meses para que regresara a Monterrey.

En noviembre regreso pero ahora al teatro del IMSS, ahora fui YO el que insistió a mi mamá para ir, no quería batallar buscando a quien invitar al evento porque yo sé que no es algo que todos mis compañeros y amigos de la edad quisieran ir a ver, menos la chava con la que salía en ese tiempo, ella era puro “David Guetta, BEP, LMFAO” cosas así. Y lo mismo, prácticamente fue lo mismo que había visto meses atrás y sin embargo no me arrepentí ni me aburrí un solo momento. Volver a escuchar las mismas historias con la misma emoción fue estupendo, valió la pena.

Ahora que me puse a buscar un poco para recordar las fechas (digo, tampoco no tengo memoria de elefante para saber en que día exacto cayo cuando lo fui a ver) encontré que en este sitio tiene una grabación del show que dio en el teatro del IMSS, por si quieren recordarlo o escucharlo si nunca tuviste la oportunidad de verlo en vivo. Es una gozada.

Hace unas semanas de hecho platicaba con una amiga y le decía “yo estoy como la canción de Facundo Cabral, ni soy de aquí ni soy de allá” haciendo referencia a que ya no puedo decir que soy foráneo pues ya no vivo en Ciudad Valles, pero tampoco puedo decir que soy de Monterrey ya que no conozco a mucha gente, no crecí aquí y estoy bastante peleado con costumbres locales, así que no tengo patria por el momento.

Esa fue mi historia, muy reciente y sin embargo al leer en la mañana la noticia me impacto, es verdad, yo siempre que lo veía o leía sobre él lo estaba matando por su edad y su condición, pero JAMAS se me hubiera ocurrido que alguien quisiera asesinarlo y más de esa forma tan pinche cobarde.

Pero es cierto, el mundo está desquiciado, vaya faena haber nacido yo para tener que arreglarlo.

Nos estamos leyendo
Eslem Torres Eriksson

1 comentario:

  1. La música, las palabras y las enseñanzas -que son muchísimas- nos quedan con nosotros y las siguientes generaciones. No hay que dejarlo morir.

    Saludos.

    --Rafa Ibarra
    El mundo de Rafa Ibarra

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