de Momentos y otras cosas

Hace unos días me hicieron la pregunta (ya cansada) de ¿Cuál es tu cerveza favorita? Y la verdad me caga esa pregunta porque mi respuesta le parece mamona, pretenciosa y grosera a las demás, la respuesta es no tengo, dependería mucho de que es lo que quiera en ese momento, que esté haciendo, si voy a comer o no, si es de día, tarde o noche, bla bla bla, muchos factores que no es por mamerto, es que no tiene una respuesta sencilla.

Sin embargo hay otro tipo de preguntas del estilo que si tendrían respuesta pero que nadie pregunta, por ejemplo ¿Cuál es la cerveza que más has disfrutado? La respuesta podría asombrarlos.

Parecerá chiste de mal gusto pero la cerveza que más he disfrutado hasta ahora fue en semana santa de este año. Andaba en mi pueblo sureño donde crecí de vacaciones y me toco los incendios que sucedieron en la huasteca potosina y sí, andaba de bombero en el terreno de una tía que estuvo a punto de incendiarse y que entre el parote de los bomberos, los chorritos de agua que aventábamos y un chingo de suerte con el viento no sucedió nada. Después de doce horas preparándonos para el fuego, apagando llamas con unos 55°C de temperatura y estar con el MonEsVol en la boca nos sentamos sobre la tapa de una camioneta, abrimos unas Modelo Light de lata que tenían en una hielera y me la champé de hilo.

Esa cerveza podía saber a lo que tú quieras, pero creo que en la vida jamás me había merecido tanto una cerveza y nunca la había disfrutado tanto.

Ha a pesar de estar lleno de tizne, con la ropa chamuscada, bebiendo un agua mineral bien fría y con el espectáculo de flamas de los cañaverales de enfrente disfruté ese momento como pocos me han tocado y pues, de eso se trata la vida ¿Qué no? De disfrutar el momento.

Hay más tiempo que vida.