El puto clima…
Se nos acabó el verano y los vestidos veraniegos, la razón por la cual me levantaba en las mañanas. Ahora llueve, llueve mucho y está fresco y el clima está sabroso para tomar café, empiernarse bajo las sábanas y dormir de cucharita (pff, como si necesitara excusa para ambas), mientras esperas que pase la tormenta.
Nos acostumbramos a esto, al menos yo me acostumbre mucho a esto y para mi el fin del verano significaba que abríamos la temporada del empiernamiento, de los elotes en vaso, de ver American Horror Story y los leggings, benditos leggings.
Una de las bondades de ser soltero es que puedes (y me atrevería que es obligación moral de nosotros) brincar de flor en flor sin remordimientos, sin embargo algo que discutía con mi roommate que recientemente entró a la soltería (me quiso copiar) es que pues a veces extrañas esa convivencia con alguien de forma ya más intima (y el snu snu, no olvidemos el snu snu) ya que, a menos que sea bien facilona, no vas a lograr que la morra caiga a tu casa a empiernarse bajo tus sábanas, o en la de ella ¿por qué no? Soy de esos que prefieren crashear en el depa de la morra que ir a mi casa, lo sé, soy un romántico
Pero en serio, el clima, el puto clima…
Esta es la temporada de la nostalgia, o díganme ¿que no es el cliché de ver llover por la ventana enfundado en una colcha y tomándote un café? ¿Y esa escena que representa? Memorias, recuerdos y la nostalgia, la PUTA nostalgia.
Muchas historias involucran lluvia, las mías no son la excepción, la última vez que me tocó una amenaza de lluvia (y que se cumplió) como la de este fin de semana escribí este post, también escuchaba frecuente y regularmente este disco cuando iba y venía al hospital y eran días de intensa lluvia en mi pueblito.
Me da nostalgia respirar profundamente y que ese aire frío con aroma a humedad entre a los pulmones y el pinche sistema nervioso haga de las suyas y te regrese recuerdos, recuerdos frescos.
La mente te juega bromas pesadas.
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